The legend goes that one
day as Saint Augustine was walking by the beach, contemplating the mystery of
the Holy Trinity, he saw a boy who had made a hole in the sand and with a
seashell filled the hole with sea water. The child would run to the shore, fill
the seashell with water and would run back to fill the hole. Seeing this, Saint
Augustine stopped and asked the boy why he did this, to which the little boy
responded that he wanted to empty all the ocean water in the hole he made.
Hearing his reason, Saint Augustine told the boy that it was impossible, to
which the boy answered if he thought this was impossible, it is more impossible
trying to decipher the mystery of the Holy Trinity.
“The mystery of the Most
Holy Trinity is the central mystery of Christian faith and life. It is the
mystery of God in himself. It is therefore the source of all the other
mysteries of faith, the light that enlightens them. It is the most fundamental
and essential teaching in the ‘hierarchy of the truths of faith’. The
whole history of salvation is identical with the story of the way and the means
by which the one true God, Father, Son and Holy Spirit, reveals himself to men
‘and reconciles and unites with himself those who turn away from sin’“
(Catechism of the Catholic Church. 234).
“Over the centuries,
Israel's faith was able to manifest and deepen realization of the riches
contained in the revelation of the divine name. God is unique; there are no
other gods besides him. He transcends the world and history. He made heaven and
earth: ‘They will perish, but you endure; they will all wear out like a
garment....but you are the same, and your years have no end.’ In God ‘there is
no variation or shadow due to change.’ God is ‘HE WHO IS’, from everlasting to
everlasting, and as such remains ever faithful to himself and to his promises”
(Catechism of the Catholic Church, 212).
The main problem of
humanity in relation to God, is not a lack of faith in His existence, but in
accepting His will for our lives reflected in His commandments: "You must
keep his statutes and commandments that I enjoin on you today, that you and
your children after you may prosper, and that you may have long life on the
land which the LORD, your God, is giving you forever." In 1831, Alexis
Tocqueville, came to United States to study the secrets of the trade of this
nation. He was surprised to discover that the Bible was the basic tool of moral
principles in public education, and that biblical teachings were the foundation
of the social structure.
There are people in our
society that have worked and will continue to work to remove all trace of God
in social and private lives. It is a quest to eliminate God as God, so that the
human beings don’t have to answer to a higher authority regarding their
actions, rather only to themselves.
Remember what John Adams
said “Our Constitution was made only for moral and religious people. It is
wholly inadequate to the government of any other“. What are you doing to
prevent God’s presence from being eliminated in our society, in your life,
and in your family?
Cuenta
la historia que San Agustín paseaba un día por la playa, pensando en el
misterio de la Santísima Trinidad, se encontró con un niño que había hecho un
hoyo en la arena y con una concha llenaba el agujero con agua de mar. El niño
corría hasta la orilla, llenaba la concha con agua y la depositaba en el hoyo.
Viendo esto San Agustín, se detuvo y preguntó al niño por qué hacía aquello, a
lo que el pequeño le contestó que intentaba vaciar toda el agua del mar en el
agujero. Al escucharlo, el santo dijo al niño que eso era imposible, a lo que
el niño le respondió que si aquello era imposible de hacer, más imposible aún
era el tratar de descifrar el misterio de la Santísima Trinidad.
“El
misterio de la Santísima Trinidad es el misterio central de la fe y de la vida
cristiana. Es el misterio de Dios en sí mismo. Es, pues, la fuente de todos los
otros misterios de la fe; es la luz que los ilumina. Es la enseñanza más
fundamental y esencial en la "jerarquía de las verdades de fe".
"Toda la historia de la salvación no es otra cosa que la historia del
camino y los medios por los cuales el Dios verdadero y único, Padre, Hijo y
Espíritu Santo, se revela a los hombres, los aparta del pecado y los reconcilia
y une consigo" (Catecismo de la Iglesia Católica, 234).
“En
el transcurso de los siglos, la fe de Israel pudo desarrollar y profundizar las
riquezas contenidas en la revelación del Nombre divino. Dios es único; fuera de
Él no hay dioses. Dios transciende el mundo y la historia. Él es quien ha hecho
el cielo y la tierra: "Ellos perecen, más tú quedas, todos ellos como la
ropa se desgastan, pero tú siempre el mismo, no tienen fin tus años". En
Él "no hay cambios ni sombras de rotaciones". Él es "Él que
es", desde siempre y para siempre y por eso permanece siempre fiel a sí
mismo y a sus promesas” (Catecismo de la Iglesia Católica, 212).
El
problema principal de la humanidad, con relación a Dios, no es falta de fe en
su existencia, sino, en aceptar su voluntad hacia nuestras vidas
reflejada en sus mandamientos: “Cumple sus leyes y mandamientos, que yo te
prescribo hoy, para que seas feliz tú y tu descendencia, y para que vivas
muchos años en la tierra que el Señor, tu Dios, te da para siempre”. En 1831,
Alexis Tocqueville, vino a Estados Unidos para estudiar los secretos del
progreso de aquella joven nación. Se sorprendió al descubrir que la Biblia era
la herramienta básica de los principios morales en la educación pública, y que
las enseñanzas bíblicas eran el fundamento de la estructura social.
Existen
en nuestra sociedad grupos que han trabajado y continúan con sus esfuerzos para
remover toda huella de Dios en la vida pública y privada de las personas. Se
trata de eliminar a Dios como Dios, para que el ser humano no tenga ninguna
autoridad superior a quien responder sobre sus actos,
sino únicamente así mismo.
John
Adams, uno de los fundadores de nuestro país dijo “Nuestra Constitución se hizo
por personas morales y religiosas. Es totalmente inadecuado ser gobernados de
otra manera“. ¿Qué hace usted para evitar que se elimine la presencia de Dios
en nuestra sociedad, en su vida, y su familia?
Fr. Marco López
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