La película: “el Rito”, presenta a un sacerdote joven,
inteligente, pero con dudas sobre la existencia del
demonio. Lo envían a Roma a un curso de
Demonología; como esto no lo convence, va con un
exorcista experimentado de la ciudad para
comprobar por la práctica la existencia de los espíritus
inmundos. El exorcista advierte al joven sacerdote:
“Ten cuidado Michael, porque la decisión de no creer
en el Diablo no protege de él. Lo interesante de los
escépticos es que siempre estamos buscando pruebas
para creer, la pregunta es: ¿qué haríamos si alguna
vez las encontráramos?”.
“Sed sobrios y velad. Vuestro adversario, el Diablo,
ronda como león rugiente, buscando a quien devorar”
(1 Ped 5 9). “Nuestra lucha no es contra la carne y la
sangre, sino contra los Principados, contra las
potestades, contra los Dominadores de este mundo
tenebroso, contra los Espíritus del Mal que están en las
alturas” (Ef 6, 12).
Pero, muchas personas no creen o minimizan la acción
de estos espíritus malignos en el mundo, porque: “Una
de las habilidades más grandes de Satanás en el
mundo es la de inducir a los hombres a negar su
existencia en nombre del racionalismo y de cualquier
otro sistema de pensamiento que busca todas las
escapatorias con tal de no admitir la obra del diablo”
(San Juan Pablo II).
En el Evangelio de este domingo, el demonio grita a
Jesús: ¿Qué quieres tú con nosotros, Jesús de Nazaret?
¿Has venido a acabar con nosotros? Porque en
verdad, "El Hijo de Dios se manifestó para deshacer las
obras del diablo" (CIC 394). Muchos ven con
indiferencia el crimen del aborto; otros, creen que la
unión entre personas del mismo sexo es bueno; que el
uso de la droga es una decisión personal. El demonio,
de manera silenciosa, continúa destruyendo familias,
sociedades enteras, y la misma Iglesia no escapa a su
acción constante; por eso, “la Escritura atestigua la
influencia nefasta de aquel a quien Jesús llama
"homicida desde el principio", y que incluso intentó
apartarlo de la misión recibida del Padre” (CIC, 394);
“sin embargo, el poder de Satán no es infinito. No es
más que una criatura, poderosa por el hecho de ser
espíritu puro, pero siempre criatura: no puede impedir
la edificación del Reino de Dios” (CIC, 395).
Vivimos en una sociedad en la cual los espíritus
inmundos continúan haciendo estragos, por eso, “se
necesitan personas de fe que, con su propia vida,
indiquen el camino hacia la Tierra prometida y de esta
forma mantengan viva la esperanza” (Papa Francisco:
La Alegría del Evangelio, 86).
¿Qué está haciendo usted para defenderse a sí mismo
y su familia de la acción de Satanás?
The film: The Rite features a young, intelligent priest with
doubts regarding the existence of the devil. He is sent
to Rome to study a course on Demonology; as this
does not convince him, he goes with an experienced
exorcist of the city to verify through the practice, the
existence of evil spirits. The exorcist warns the young
priest: “Be careful Michael, choosing not to believe in
the devil doesn't protect you from him. You know, the
interesting thing about sceptics, is that we're always
looking for proof... the question is, what on earth would
we ever do if we found it?”
“Be sober and vigilant. Your opponent the devil is
prowling around like a roaring lion looking for
[someone] to devour” (1 Peter 5:8). “For our Struggle is
not with flesh and blood but with the principalities, with
the powers, with the world rulers of this present
darkness, with the evil spirits in the heavens” (Ephesians
6:12).
But, many people do not believe and/or minimize the
actions of these evil spirits in the world, because: “One
of the greatest skills of Satan in the world is to lead men
to deny his existence in the name of rationalism and of
every other system of thought which seeks all the
loopholes so as not to admit the devil's work” (Saint
John Paul II).
In this Sunday’s Gospel, the devil yells at Jesus: What
have you to do with us, Jesus of Nazareth? Have you
come to destroy us? Because in truth, “The reason the
Son of God appeared was to destroy the works of the
devil” (Catechism of the Catholic Church, 394). Many
see with indifference the crime of abortion; others
believe that the union between persons of the same
sex is good; that the use of drugs is a personal decision.
The devil, silently, continues to destroy families, entire
societies, and the Church itself does not escape his
constant action; that is why, “Scripture witnesses to the
disastrous influence of the one Jesus calls "a murderer
from the beginning", who would even try to divert Jesus
from the mission received from his Father” (Catechism
of the Catholic Church, 394); “The power of Satan is,
nonetheless, not infinite. He is only a creature, powerful
from the fact that he is pure spirit, but still a creature.
He cannot prevent the building up of God's reign”
(Catechism of the Catholic Church, 395).
We live in a society in which evil spirits continue to
wreak havoc, that is why: “people of faith are needed
who, by the example of their own lives, point out the
way to the Promised Land and keep hope alive” (Pope
Francis: The Joy of the Gospel, 86).
What are you doing to defend yourself and your family
from Satan’s actions?
Fr. Marco
Fr. Marco
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