9/10/2018

Carta a los Candidatos a Presidente y Vice Presidente de El Salvador 2019.

El 3 de Febrero de 2019, se realizará la elección para Presidente y Vice Presidente de El Salvador. El 15 de Septiembre de 2021, este país cumplirá doscientos años de Independencia de España. Desconozco el número de elecciones presidenciales que se han efectuado en todo este período histórico, lo que sí puedo señalar es que es mínimo el desarrollo de la sociedad salvadoreña en los diferentes aspectos a través de su historia como país.

El Salvador es una sociedad ideológicamente dividida, envuelta desde siempre en una espiral permanente de violencia; un país que ha exportado históricamente a sus hijos e hijas para que busquen su futuro en otros horizontes; la clase política que ha gobernado y gobierna a El Salvador, con muy pocas excepciones, sin importar su corriente política, han sido y son, personas que trabajan principalmente para favorecer sus intereses personales y los de ciertos grupos privilegiados, que por casi dos siglos han ignorado de manera sistemática las necesidades de la mayoría de ciudadanos. La polarización política en la cual vive El Salvador le llevó a una sangrienta Guerra de doce años, y después de este conflicto armado, esta misma realidad no ha permitido que como país nos enfoquemos en la articulación de políticas públicas que nos conduzcan a un mayor progreso en la seguridad, lo social, económico y político como sociedad.

Los pobres en El Salvador nunca han tenido derecho a una formación intelectual de calidad, atención médica digna, trabajo y salario justo. En este país los pobres son importantes únicamente en tiempo de elecciones, haciéndoles dar su voto a cambio de promesas que nunca se convierten en realidad. En El Salvador la seguridad pública es un privilegio reservado para ricos y políticos, los pobres no tienen más guardián que Dios. Cientos de jóvenes se gradúan cada año de las diversas universidades, para después mendigar trabajos en los que reciben salarios de hambre, o emigrar, por no encontrar oportunidades laborales dignas.

Una gran parte de los ciudadanos salvadoreños viven como en una jungla, porque el Estado ha sido incapaz de organizar todo su territorio de forma que nadie viva de incógnito. Miles de hombres y mujeres del campo viven sin ninguna protección social, su trabajo jamás ha sido valorado adecuadamente por ningún Gobierno, a pesar de su vital importancia para el buen funcionamiento de toda nuestra sociedad.

Muchas de las carreteras en el territorio salvadoreño no alcanzan ni siquiera el nivel de calles rurales en cualquier país desarrollado. Parece que ningún Gobierno de El Salvador, hasta la fecha, se ha enterado que el único río más importante de este país se está secando. ¿Cuándo y quién va a comenzar a educar a la población para que no tiren la basura en las calles? ¿Para que manejen respetando las normas de tránsito? ¿Para que se cuide el medio ambiente? Los salvadoreños han emigrado por años hacia Estados Unidos, muchas empresas norteamericanas tienen sus negocios en El Salvador, en el futuro quizás se establezcan las empresas chinas en nuestro territorio; sin embargo, ¿por qué no se enseña el English u otro idioma, como segunda opción, para que las nuevas generaciones puedan comunicarse con el mundo desarrollado? Quizás porque esta es otra de las estrategias para mantener esclavizadas a las mayorías empobrecidas.

En El Salvador la honestidad en la administración pública es la excepción, la norma es la corrupción; los políticos salvadoreños, en su mayoría, no son servidores, sino ladrones del pueblo, tenemos un ex Presidente que murió acusado de corrupción, otro encarcelado, y uno más huyendo en Nicaragua de la justicia salvadoreña. Esto es sólo una de las consecuencias de que el Aparato Estatal, en cuanto a la administración pública se refiere, ha sido diseñado de tal forma que quienes están de turno en el Gobierno, puedan robar por medio del desvío de fondos públicos hacia sus propias cuentas. Mientras tanto, miles de empleados públicos como personal médico, policías, maestros, etc, reciben sueldos que apenas les alcanzan para vivir.  Los pobres mueren en los hospitales públicos por falta de medicamentos, tenemos más cárceles y cuárteles que universidades en todo el país. En los países desarrollados las escuelas y universidades cuentan con excelentes bibliotecas, hasta las ciudades más pequeñas poseen su librería pública. ¿Por qué los salvadoreños, por casi doscientos años, no hemos tenido estos servicios? ¿A quién le conviene que los ciudadanos no lean, que no sean capaces de comprender su propia realidad?

Dicen que la definición de locura es hacer lo mismo, esperando obtener diferentes resultados. ¿Quién de los candidatos a la Presidencia y Vice Presidencia de El Salvador, estarán dispuestos a trabajar para transformar toda esta realidad, en  la que ha vivido por casi dos siglos el pueblo salvadoreño? Hasta el momento parece que ninguna fórmula presidencial ha presentado propuestas concretas, claras, estructuradas y coherentes que combatan la corrupción, la violencia, el desempleo, la pobreza, el cambio climático. Sus propuestas continúan siendo efímeras y generalizadas, carentes de compromiso, buscando  únicamente maquillar la realidad del país para conseguir el voto, sin trastocar el statu quo que ha permitido por años a la clase política y a los ricos mantenerse en su posición privilegiada; es decir, no se están presentando proyectos que permitan enfrentar de raíz toda la problemática en que vive nuestra sociedad.

¿Quién de ustedes, señores Candidatos a la Presidencia y Vice Presidencia de El Salvador, están dispuestos a hacer las cosas de manera diferente, para cambiar de una vez por todas, el rumbo a este pobre país? ¿De qué les servirá el poder y el dinero, si no hacen algo para sacar del abismo, en el que por casi dos siglos, ha vivido el pueblo salvadoreño?

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